• "Las penas de amor se parecen mucho a la muerte"


    -¿Sufriste mucho por amor, Negro?

    Alejandro Dolina piensa. Mira el techo con sus ojos transparentes. Se acaricia la barbilla o el alma.

    -Sufrí mucho, pero también fui muy dichoso. A lo mejor por la misma razón; supongo que el que tiene la piel tan fina como para disfrutar también la tiene de ese mismo modo para sufrir.

    El Negro se frota las manos flacas, se lleva los dedos a sus rulos mafaldianos. Falta media hora para la medianoche, hora en que resucita como cada noche "La Venganza será Terrible", el programa que conduce desde 1983 (antes Demasiado tarde para las lágrimas), hoy por Radio 10 (AM 710). De golpe sale de la batalla de pensamientos y corazones. Lo ataca una sonrisa gardeliana: “A veces hemos tenido un público de 4 mil personas y he tenido mucho miedo”.

    -¿Miedo después de 30 años de experiencia en radio?

    -Con la profesión artística siempre se registra la posibilidad de que algo terrible ocurra, de que ponga en evidencia tu incopetencia y quedes desnudo ante la multitud.

    -¿Es buena la adaptación con tus nuevos compañeros? (N. de R.: Desde enero de este año lo acompañan en la conducción Gillespi y Patricio Barton, con la invitación especial de Coco Sily).

    -Sí, es el mejor grupo que tuve.

    -¿Estás más cómodo que con Guillermo (Stronatti) y Gabriel (Rolón), tus antiguos compañeros?

    -Estoy más incómodo, pero por lo mismo, ya que es una incomodidad hija del riesgo y de la creatividad. Con el equipo anterior todo el mundo creía que estábamos bien y eso no sé si es bueno. Es mejor arriesgar.

    -¿Crees que el oyente se siente identificado con vos?

    -No, no creo. Por ahí le gusta lo que yo hago, pero el personaje de la radio es un personaje mejor para escuchar o ver más que para querer ser. En las partes humorísticas es un poco mezquino, un poco insoportable.... y el otro también.

    Dolina se detiene. Habla rápido, preciso, como encerredo en un cuento borgeano. El escritor y cantante, autor de los libros "Crónicas del Ángel Gris" (1987), "El libro del fantasma" (1999) y "Bar del Infierno" (2005), y de la opereta musical "Lo que me costó el amor de Laura" (1998), dice cosas como "La felicidad viene bajo la forma de chispazos, de relámpagos" o "la muerte me da asco".

    -Borges decía que para hacer buen arte había que haber sufrido por amor...

    -Sí, y yo creo que es verdad, pero no es necesario haber sufrido para escribir sobre el sufrimiento, aunque es siempre preferible escribir sobre la desdicha que sobre la dicha. Incluso a veces, como el mismo Borges señala, se escribe sobre la dicha señalando la falta de sufrimiento. Las penas de amor se parecen mucho a la muerte. Uno se queda muy solo. Lo que voy a decir es metáfora, pero el sentir que algo se ha terminado para siempre la soledad, esa terrible y pesada soledad es común en la muerte y en el desencuentro amoroso.

    -Siguiendo con Borges, ¿Crees como él que la muerte es una vida vivida?

    -No. la muerte es una interrupción de la conciencia. Más bien yo creo como Ernesto Sabato que van a tener que venir con la fuerza pública para arrastrarme a la muerte

    Nacido en Baigorrita, provincia de Buenos Aires, y criado en las calles de Caseros, Alejandro Dolina empezó a leer a los tres años, mientras latía al pulso de los años y los tangos y devoraba novelas policiales. Ahora cuenta que está escribiendo su cuarto libro, una novela que, calcula, terminará en dos años.

    -¿Ya sabés el tema de la novela?

    -Sí

    ¿Querés contarlo...?

    -Na. para qué... es dar pistas falsas porque primero que no la terminé y segundo porque con tres palabras puedo dar una idea muy falsa de lo que es. Incluso se puede cambiar, falta mucho, no voy ni por la mitad.

    -No hagas las gran sabato de quemarla...

    (risas). Nooooooo. Mis incendios son inmediatos, no posteriores; son día tras día.

    -¿Vivirías nuevamente tu vida, como un eterno retorno nietzschiano?

    -Yo tengo el sueño poético de vivir todas las vidas y todos los destinos. Es como en la adolescencia, cuando uno no sabe quien es y quiere ser todos: 9 de Boca, escritor y músico. Después no es que uno elige ser escritor, sino que no tiene más remedio que renunciar a ser las otras personas.

    -¿Qué pensaría el Dolina adolescente del Dolina actual?

    -(Silencio y risas). Creo que no pensaría muy bien... Yo era mucho menos tolerante entonces que ahora. Tampoco yo pienso muy bien del Dolina adolescente.

    Doce de la noche. "Y ya llegan con los pantalones por el piso y una flor entre los dientes nuestros intérpretes...". Alejandro Dolina está en el aire otra vez conduciendo la "Venganza...", con una repentina risa pilla que se le escapa de la boca. "Yo no soy un hombre de radio", susurró minutos antes y, mientras señalaba con sus manos de pianista el ancho del auditorio y a sus espectadores, confesó: "Yo el programa lo hago para los que están acá, que quede bien claro".

  • 1 comentarios:

    Leonardo Ferri dijo...

    Hay ciertas cosas de las que Dolina no puede dejar de hablar: el amor, el barrio, la música, el paso del tiempo y, en consecuencia, la muerte. Lo bueno es que siempre le encuentra una vuelta y no aburre.
    Buena nota, me gustó.


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